El amor es paciente, el amor es amable. Claire demuestra estos rasgos cada día. Su familia dice que les ha enseñado sobre el perdón y la perseverancia. La gente se da cuenta de la alegría que Claire aporta a la vida. “Cuando estás cerca de alguien que demuestra todas estas cosas, es difícil sentirse triste o enfadado”, dice su madre, Meredith.
Una de las cosas que más le gustan a Claire es leer -mañana, tarde y noche-, algo que no se esperaba que pudiera hacer. También le gusta jugar con Barbies, columpiarse, ver películas de Disney y comer pizza. Cuando llega el momento de salir, es todo diversión y nuevas aventuras. Es capaz y está a la altura de las circunstancias cuando se le da la oportunidad. Diagnosticada con síndrome de Down, no hay que subestimar a Claire, aunque pueda necesitar más ayuda que otros. Su familia dice que es extraordinaria.
“Espero que el mundo dé una oportunidad a mi hijo o a cualquier niño que tenga una capacidad extra; espero que la inclusión se convierta en algo universal”, dice su madre. “Claire es muy alegre, compasiva y contenta. Hay mucho que aprender sobre el contentamiento en un mundo donde todo es más, más, más”.