Logan es un niño inteligente, cariñoso, divertido, alegre y travieso que también puede describirse como un pequeño petardo. Le encanta cantar y los animales, lo que naturalmente le convierte en un gran fan de Happy Feet 2. También le encanta caminar en su andador, jugar al escondite y dar y recibir besos. Logan siempre sabe qué hacer para mejorar tu día. Sus grandes sonrisas y risas tontas iluminan cualquier habitación en la que se encuentre.

La parada cardíaca y la dificultad respiratoria al nacer le provocaron una lesión cerebral (HIE), lo que hizo que a Logan se le diagnosticara epilepsia, parálisis cerebral, un raro trastorno convulsivo llamado espasmos infantiles, así como muchos otros problemas secundarios. El primer año y medio de su vida estuvo plagado de decenas de miles de convulsiones, y a pesar de todo nunca perdió su personalidad cariñosa ni su gran y hermosa sonrisa.

La determinación y la increíble ética de trabajo de Logan inspiran a su familia cada día. A través de Logan, han aprendido mucho sobre el amor y sobre cómo frenar y apreciar todo lo que les rodea.

Logan nunca dejará que su discapacidad defina lo que puede y lo que no puede lograr; sólo puede tardar un poco más en hacerlo. Con lo que ha pasado y la gravedad de su lesión, es un milagro haber progresado tanto en tan poco tiempo. No es de extrañar que su apodo sea “Logan sin límites”.