Jasmine Williams es una niña de dos años llena de alegría y amor. A menudo se la puede encontrar acurrucada en los brazos de su madre para que le cuente un cuento antes de dormir o fuera riéndose sin control mientras su padre le sopla burbujas.

A Jasmine le encanta todo tipo de música. Cuando oye una canción, baila con todas sus fuerzas, esté donde esté. Le encantan los juguetes que se iluminan o que cantan para ella. Jugar con ellos le produce una alegría que contagia a cualquier habitación en la que se encuentre.

Nació seis semanas prematura y empezó su vida pasando cuatro semanas en un

Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), Jasmine ha tenido que superar varios retos puestos en su camino. Se ha enfrentado a cada una de ellas con una luz positiva. Sus padres se sienten orgullosos cada día de la forma en que no deja que nada la frene.

Jasmine siempre se ha enfrentado a la fisioterapia, la logopedia y la terapia ocupacional con sólo una sonrisa y positividad. Ha superado muchos retrasos en su desarrollo mental. Ahora, mientras sigue caminando, hablando y aprendiendo nuevas palabras, está demostrando al mundo lo imparable que es.