Brian, es llamado por su familia el Pequeño Brian ya que su padre es conocido como el Gran Brian, pero su corazón y determinación son enormes.
Brian pasó los primeros días de su vida luchando en la UCIN y desde entonces lucha contra el síndrome de Rubenstein Taybi, un raro trastorno genético que afecta a muchos sistemas orgánicos. Su resistencia ha dado sus frutos: el año pasado terminó la quimioterapia después de que le diagnosticaran leucemia a los cuatro años. Hoy en día, Brian es un niño de ocho años feliz, creativo y con talento, al que le encanta leer, los juguetes y todo lo relacionado con la música: incluso tocar en su teclado de piano.
La determinación de Brian se complementa perfectamente con su actitud relajada. Es paciente con su hermanita y está tranquilo durante todos sus procedimientos médicos. Su disposición positiva ha influido también en su familia.
“Lo mejor es acurrucarse con él”, dice su madre, Jessica. “Le encantan los abrazos grandes y los besos fuertes. Podría acurrucarse y jugar todo el día”. Por encima de todo, Jessica quiere que el mundo sepa que su hijo Brian es una persona increíble y resistente.
“Nos ha mostrado que está bien no conocer el futuro, o incluso el siguiente paso en tu viaje”, dice Jessica. “No importa lo malo que le ocurra, se recupera y encuentra la manera de superarlo con una buena actitud. Nos ha enseñado a estar contentos en el aquí y ahora”.