Milla siempre ha sido una luchadora. Cuando nació, fue directamente a la UCIN. A sus padres les dijeron que su estancia allí sería de dos semanas o más. Exactamente 24 horas después, estaba tan bien que la trasladaron a la sala de neonatos. Desde entonces, Milla ha luchado cada día para demostrar al mundo de lo que es capaz.

Milla alegra cada día la vida de quienes la rodean. Sólo su risa hace sonreír a todo el mundo, pero su amor y cariño por los demás es lo verdaderamente asombroso.

Milla nunca se rinde. Está decidida a realizar cualquier tarea que se le presente. Un día especial fue cuando Milla fue capaz de nadar sola utilizando un flotador para mayor seguridad sin que nadie la sujetara. A Milla también le encanta el ballet, el fútbol, el kickball y cocinar. En la escuela, ha conseguido grandes logros en su asignatura favorita, matemáticas, y está en un aula de educación general.
Milla es una niña increíble, decidida a ser independiente. Nacida con síndrome de Down, ha superado muchas cosas. En una época, no hablaba. Hoy puede decir lo que necesita y compartir lo esencial de cómo le va el día. Su madre, Amelia, dice: “Quiero que el mundo sepa que un cromosoma extra es un diagnóstico: no es el fin del mundo. Es el principio de un hermoso viaje”.