Daxton Copeland es decidido y resistente. Su madre, Krista, dice: “Dax ilumina la habitación: le encanta ser el centro de atención y hacer cosas que sabe que van a provocar una reacción. Es un experto en arquear una ceja cuando va en serio. Aporta mucha felicidad a nuestras vidas”.

La gran y hermosa sonrisa de Dax es lo que ayudó a sus padres a comprender los signos de su raro trastorno genético. A través de la investigación, se enteraron de que es 1 de 500 en el mundo con su diagnóstico de Síndrome Asociado a SATB2. Les entusiasma contar la historia de Dax para animar a otras familias que puedan estar iniciando un viaje similar.

Krista dice que tiene los rugidos y graznidos más bonitos que jamás hayas oído. Le encanta todo lo que tenga que ver con el agua, ya sea la bañera, la piscina de sus abuelos o su mesa de agua con forma de barco pirata. Le encanta la música, estar al aire libre, montar en su carrito de golf y comer gofres fritos de Chick-fil-A.

No ha dejado que su diagnóstico le impida comunicar sus necesidades y emociones. En el proceso, está enseñando a todos los que le rodean a escuchar no sólo con los oídos, sino con los ojos y el corazón.