Hannah Grace puede parecer tímida, pero su madre dice que le encanta socializar. Es una joven divertida y atrevida a la que le encanta hacer reír.
Hannah Grace no caminó ni habló hasta después de cumplir tres años. Le diagnosticaron retraso global del desarrollo, autismo y una deleción cromosómica.

A los cinco años, estaba haciendo grandes progresos y pudo apuntarse a una clase de danza para niños con necesidades especiales. Llegó a jugar a la Miracle League Baseball, a participar en las Olimpiadas Especiales y, finalmente, aprendió a conducir su carrito de golf de Clemson. En su tiempo libre, le gusta pasar tiempo con sus cinco gatos, comprar bolsos, asistir a obras de teatro e ir a la iglesia.

Participa en el programa HOPE Alive para jóvenes adultos con espectro autista. Sus padres no podrían estar más orgullosos. Cada hito, grande o pequeño, llena de alegría a su familia. Hannah Grace ya ha formado parte de LOOK. Su familia quiso unirse este año para destacar sus progresos como joven adulta.