Stephanie es una niña feliz y sonriente. Le gusta pasar tiempo con su familia y es divertido estar con ella. Le gustan especialmente los juguetes que tocan música porque la música la hace increíblemente feliz. Le encantan las canciones de cuna en español y trata de bailar mientras está sentada en su silla de ruedas. También le gusta ser el centro de atención, y sus hermanos hacen todo lo posible para que se sienta feliz.

A los siete meses, Stephanie sufrió lesiones cerebrales tras un episodio de fiebre alta y convulsiones. Su equipo médico no estaba seguro de si ella podría volver a caminar o hablar. Hoy en día, le va bien en sus terapias y es capaz de sentarse y hablar: le encanta decir “mamá”. A pesar de sus dificultades, su madre, Angélica, dice que Stephanie es fuerte y resistente. Es una niña alegre que avanza en sus habilidades del desarrollo cada día.

Esta pequeña luchadora está mostrando a su familia cómo ser fuerte. “Stephanie es nuestra pequeña princesa, un ángel único que nos enseña a trabajar juntos, a luchar juntos por ella y a tener fe en sus capacidades porque siempre nos sorprenderá con sus esfuerzos y sus sonrisas”.