Ethan es un niño burbujeante, enérgico y feliz… ¡hasta que le entra hambre! La mayor parte del tiempo está riendo, jugando y saltando, una bola de energía. Le encanta el agua, el parque de trampolines, la música y los dibujos animados.
Demostrando una actitud de “no rendirse nunca”, Ethan es persistente, decidido y soluciona problemas. Si hay algo que Ethan quiere, hará todo lo posible por conseguirlo.
Sus padres recuerdan con orgullo algunos de los logros de Ethan, como cuando empezó a caminar; la primera vez que fue capaz de “hacer señas”; la correspondencia de las formas con los espacios correctos; comer con utensilios; y ser capaz de sostener un lápiz y escribir. Su madre está especialmente orgullosa de los objetivos del IEP que cumple. Siempre está probando y aprendiendo.
Ethan ha enseñado a su familia a agradecer las cosas sencillas de la vida que antes daban por sentadas. Les ayudó a comprender que el estilo de aprendizaje de cada persona es diferente. Aunque el diagnóstico de parálisis cerebral y autismo de Ethan no le permite hablar ni responder, no significa que no escuche. Eso no significa que no tenga voz. Es un modelo de paciencia y un ejemplo para todos.