Will tiene un diagnóstico de autismo. Está muy orgulloso de sí mismo cuando prueba cosas nuevas y a menudo tiene una sonrisa de oreja a oreja. Will encarna la resistencia. El año pasado le sacaron una muela y sonrió para una foto justo después. Si se cae, se limpiará y seguirá corriendo. No le gustan los cambios de planes, pero se deja llevar por la corriente, después de dar su opinión al respecto.
La familia de Will quiere que la gente vea que las personas con necesidades diferentes no dan miedo ni son raras. Cada persona es única y tiene su propia personalidad. Cuando se trata de Will, es un pequeñín alegre, dulce y juguetón que no quiere nada más que mimos, leche con chocolate y buenos saltos de trampolín.