Inteligente, divertido, estrafalario y extremadamente inteligente, Travis es pura magia, y él lo sabe. Su madre, Danielle, sonríe cuando lo describe como un niño dicotómico: mitad bebé dulce y mitad hombre hecho y derecho.
A Travis le han diagnosticado autismo, TDAH, ansiedad y displasia septo-óptica. Sólo puede ver por un ojo. No empezó a hablar hasta que tenía casi 4 años, pero hoy es un niño hablador cuya capacidad única para sentir y comprender las cosas es asombrosa. Escucha y presta atención a absolutamente todo y recuerda hasta el más mínimo detalle.
A Travis le interesan la historia, las banderas de otros países y el ejército. También le gusta jugar a Fortnite y Minecraft. Durante los dos últimos años, ha participado en un concurso de arte a través de la biblioteca para discapacitados visuales. Crea arte táctil en 3D. El año pasado creó un camión de bomberos y una dotación. Este año, su obra es una interpretación del puente Golden Gate.
Otro hito emocionante para Travis fue cuando recibió un monocular y otras ayudas visuales del Proyecto Magnify. Su madre recuerda su primera visita al zoo después de recibir el monocular. Travis estaba encantado de poder ver a los animales con tanta claridad.
Cuando Travis no está explorando el mundo que le rodea, adora pasar tiempo con sus increíbles mascotas: la tortuga y la liebre. Tiene un conejo y una tortuga sulcata de espolones africana llamada Rocco. Este tipo de tortuga puede llegar a pesar más de 45 kilos. Actualmente, Rocco tiene el tamaño de un plato de comida y le gusta acurrucarse como un cachorro. A Travis también le gusta pasar tiempo en casa con su familia, ¡hablando de todo!