Una chica que sabe pasárselo bien, a Ana Sofía le encanta divertirse. Es rápida para sonreír, reír y nunca guarda rencor. Piensa que los sonidos tontos son deliciosos y nunca duda en reírse de un buen ruido. Sabe comunicar muy bien lo que le gusta y lo que no. A veces puede ser traviesa, pero nunca es mala ni desagradable.
A Ana Sofía le diagnostican parálisis cerebral y la mutación del gen CASK. Su madre, Tessa, cree que Ana Sofía es como la mayoría de los niños de 7 años y que, como familia, disfrutan de las mismas cosas que otras familias con niños pequeños. Ver cómo Ana Sofía ha ido ganando movilidad e independencia en los últimos años ha sido una increíble fuente de alegría para su familia.
Una de las cosas favoritas de Ana Sofía es el agua. Si hay algún tipo de agua cerca, la encontrará y chapoteará en ella. Incluso una botella de agua puede ser una fuente de fascinación, ya que Ana Sofía estaría encantada de que se la vaciaran para poder jugar en ella.
“Lo más importante que quiero que todo el mundo sepa sobre Ana Sofía es que es una persona compleja y multidimensional, como cualquier otra persona de este planeta”, dice Tessa, la madre de Ana Sofía. “Tiene gustos y aversiones, días buenos y malos, éxitos y fracasos, esperanzas y sueños, como todo el mundo. Tiene un rico mundo interior, y compartirá gustosamente un atisbo de él si alguien se toma la molestia de conocerla.”