Nacido con un espíritu tan aventurero como el viento, Daniel sigue demostrando su espíritu valiente a través de su amor por las montañas rusas, los toboganes, las tirolinas y todas las emociones fuertes. Le encanta la música, sobre todo Michael Jackson. Aprendió por sí mismo a tocar el clarinete, lo que pone de manifiesto su naturaleza creativa y autodidacta. Estos intereses no sólo definen la vivaz personalidad de Daniel, sino que también ponen de relieve su capacidad para inspirar y alegrar a quienes le rodean con su valentía.
Diagnosticado con síndrome de Down, Daniel demuestra continuamente perseverancia, ya sea aprendiendo a montar en bici o luchando para que su talento musical se escuche en la banda de su colegio. Ni siquiera la alopecia universal es rival para el espíritu inquebrantable y alegre que encarna Daniel. En el último año, ha participado en un estudio en Colorado y, sorprendentemente, ha recuperado cerca del 90% de su vello, incluidas las cejas, algunas pestañas e incluso un poco de vello facial.
La madre de Daniel, Mercedes, nos dice: “Daniel es una persona increíble. Si no haces suposiciones y le das una oportunidad, te sorprenderá”.